Con su cuarto álbum de estudio de 1982, acertadamente titulado «Love Over Gold», Dire Straits superó con éxito las expectativas comerciales. Cuando regresaron en 1985 con su siguiente trabajo, «Brothers in Arms», las rompieron por completo.
Nunca se habían mostrado demasiado ansiosos por conquistar la radio de rock, y en realidad no lo necesitaban: las cifras de venta ─discos de oro y platino─ apoyaron a Dire Straits incluso durante una larga racha de álbumes que no lograron producir un single tan exitoso como su gran hit, «Sultans of Swing». Aun así, «Love Over Gold» logró que Dire Straits se distanciara de la radio con un disco anclado en un tema de apertura («Telegraph Road») de más de 14 minutos de duración y un sonido melancólico y reflexivo, incluso para su estándar.
Pero antes de encabezar las listas de éxitos, vender millones de copias y ganar premios Grammy, «Brothers in Arms» tuvo un nacimiento bastante humilde. Después de trabajar las canciones con la banda en los ensayos, el líder de Dire Straits, Mark Knopfler, llevó al grupo y al coproductor Neil Dorfsman a los estudios AIR en la isla caribeña de Montserrat, un entorno que resultó idílico en algunos aspectos y frustrante en otros.
«Fue bastante tortuoso», declaró Dorfsman a Sound on Sound. Era un estudio con buen sonido, pero la sala principal en sí no era nada del otro mundo. Aun así, metimos a todos ahí, grabando con al menos tres o cuatro personas en cada tema, mientras yo construía pequeñas salas con cobertores de micrófonos, bafles y mantas».
Lo que salvó las pistas —y ayudó a convertir a «Brothers in Arms» en una grabación de referencia durante los primeros años de la naciente era digital— fue la consola Neve de aquel estudio, que se combinó con el ambiente general de Montserrat para producir una pureza de sonido y una intención claras. «Era un lugar genial para pasar el rato y muy relajado, así que podías concentrarte en lo que hacías», explicó Dorfsman. «Y la consola era tan buena que todo lo que pasaba por ahí sonaba genial».
Una notable excepción a esa regla resultó ser la forma de tocar del baterista Terry Williams, que Dorfsman inmediatamente encontró deficiente, una opinión que, con el paso de las semanas, Knopfler llegó a compartir. Aunque Williams no fue despedido de la banda, finalmente fue separado de las sesiones y reemplazado por Omar Hakim, entonces miembro de la banda Blue Turtles de Sting.
La presencia de Hakim no fue la única conexión con Sting en el disco. Para «Money for Nothing», una crítica irónica al estilo de vida de estrella de rock que Knopfler escribió tras escuchar a un tipo con casco quejándose en unos grandes almacenes mientras MTV sonaba de fondo en una pared de televisores, Knopfler contactó con Sting para que cantara un estribillo que uniera la letra «I want my MTV» con la melodía del éxito de The Police «Don’t Stand So Close to Me». Junto con el peculiar video de la canción, se convirtió en el single más exitoso de la banda.
Ese videoclip de «Money for Nothing» tuvo una gran rotación en MTV en los Estados Unidos, y fue el primero en emitirse en MTV Europe cuando la cadena se lanzó el 1 de agosto de 1987. Es una de las dos únicas canciones de Dire Straits en un álbum de estudio que no se atribuye exclusivamente a Knopfler como compositor (la otra es «The Carousel Waltz», que abre «Making Movies»), con el vocalista invitado Sting como coautor debido a la melodía que evoca al mencionado clásico de The Police.
«Walk of Life» alcanzó el número dos en la lista de singles del Reino Unido a principios de 1986 y el número siete en el Billboard Hot 100 de los Estados Unidos ese mismo año. La canción casi quedó afuera del álbum, pero se incluyó después de que la banda superara en votos al productor Neil Dorfsman.
En cuanto a la temática en sí, hay tres canciones del lado B del álbum («Ride Across the River», «The Man’s Too Strong» y «Brothers in Arms») que se centran líricamente en el militarismo. «Ride Across the River» utiliza imágenes latinoamericanas inmersivas, acompañadas de flauta de pan sintetizada, trompeta de mariachi, una batería con influencias reggae e inquietantes sonidos de fondo. «The Man’s Too Strong» retrata la personalidad de un soldado veterano (o un criminal de guerra) y su miedo a mostrar sus sentimientos como una debilidad. Escrita durante la Guerra de Malvinas de 1982, «Brothers in Arms» aborda el sinsentido de la guerra.
La decisión de Knopfler y Dorfsman de registrar con un grabador digital también contribuyó al ascenso constante de «Brothers in Arms» al número uno de las listas. Aunque el álbum no era completamente digital, se acercó lo suficiente como para ser comercializado como uno de los pocos títulos cuya sonoridad aprovechó la capacidad del nuevo formato CD para un sonido más limpio, y las ventas lo confirmaron: «Brothers…» se convirtió en el primer disco en vender un millón de CD, y el primero cuyas ventas de CD superaron a las de sus LP. Por diversas razones, fue el álbum perfecto en el momento perfecto, aunque Knopfler nunca llegó a comprender el enorme aumento de popularidad que le siguió.
«Fue pura casualidad», dijo Knopfler años después. Si no hubiera sido ese álbum, habría sido otra cosa. Fue solo un accidente de tiempo. Se conectó: ‘Brothers in Arms’ fue el primer single en CD, o eso me han dicho, y supongo que fue uno de los primeros álbumes en CD. Además, tuvimos un par de éxitos en Estados Unidos —’Money for Nothing’ y ‘Walk of Life’—, así que se conectó con el éxito estadounidense, pero la gente siempre querrá convertir algo así en algo completamente distinto».
Como muchos artistas han descubierto, ese nivel de éxito no siempre es todo lo bueno que parece, y el rock discreto y culto de Dire Straits nunca estuvo realmente hecho para la plataforma de estadios que dominaron después de «Brothers in Arms». A medida que el perfil de la banda seguía creciendo, Knopfler veía su creciente fortuna con cierta alarma.
«Simplemente tomamos la iniciativa y corrimos con ella. Que es lo que la mayoría de los jóvenes hacen cuando eso sucede», dijo Knopfler a Barney Hoskyns en 2004. «Y eso está bien. Tuvimos una muy buena racha. Se hizo grande, y sentí que se volvió demasiado grande para ser real y manejable. Creo que hay un tamaño óptimo para las cosas. Aprendo bastante lento, así que probablemente me llevó un poco más de tiempo que a la mayoría de la gente sensata encontrarle el sentido de la proporción».
Lo que el éxito descomunal de «Brothers in Arms» terminó haciendo —para detrimento de la banda durante la siguiente década— fue impedir que Knopfler pasara desapercibido al mundo real. «Se siente como si hubiera un torbellino afuera, pero en el centro, la calma es notable. La gente afuera dice: ‘¡Guau, debe ser increíble!’. Y estás en una habitación con los chicos haciendo lo que sea que estés haciendo. No te sentís necesariamente tan diferente», continuó. «Algo que sí recuerdo es un cambio de donde, como compositor, te acostumbrás a pasar de mirar el mundo a que el mundo te mire a vos. Ese cambio puede ser complicado».
De hecho, como admitió a BAM en 1990, Knopfler consideró seriamente retirar el nombre de Dire Straits después de que «Brothers in Arms» lograra la dominación mundial. «Toda esa charla sobre ser ‘la banda más grande del mundo’. Eso estaba empezando a restarle valor a la música», explicó. «Olvidé por un tiempo lo importante que es Dire Straits, especialmente para los demás».
Pero incluso mientras la banda evolucionaba del elegante y minimalista grupo que grabó «Sultans of Swing» a una enorme maquinaria global, Knopfler recordó que, independientemente de cuántos discos de platino se ganen, lo que importa es la música. «Nacen bebés con ella. Se pintan cuadros con ella. La gente ha vivido con ella y la ha amado. Una canción como ‘Sultans of Swing’ se ha convertido en una persona, en algo vivo», señaló. «Entonces, ¿por qué debería oponerme a cantarla? Tiene una vida completamente distinta a la mía. Sería una gran falta de gracia no dejarla vivir. ¿No te parece?».